El ojo del escritor: CAMINATA A SABANDIA

PROPUESTA DECENTE

· Aracely busca solución rápida frente al problema de entrada a Molino de Sabandia.
Nadie conocía el tesoro de su cuidad del destino de los universitarios.

Estando cerca para finalizar las vacaciones universitarias, el tiempo de relajación y trabajos de temporada verano se terminaba y el inicio de labores en la UNSA se acercaba este 4 de abril. Los jóvenes aprovechan su último día de vacaciones, pero para Aracely y sus amigos de comunicación tuvieron problema económico por el costo de la entrada al molino de Sabandia. Aracely ayudo a cambiar el rumbo del paseo de sus amigos ya que disfrutaron su paseo en el molino de sabandia sin saber que por rumbos del destino llegaron a entrar y ser más precavidos en momentos de salir de la rutina.

Aracely y Rosario quedaron para hacer una caminata a Sabandia por el motivo del último día de vacaciones, reuniéndose en el mercado de Socabaya. Llamando a todas ansiosamente lograron comunicarse con Diana, después con Ubaldo confirmando sus participaciones y finalmente Deysy y Mirella que por motivos de trabajo y salud no asistirían. En la mañana del domingo 3 de abril, los 4 amigos listos y preparados se reunieron en el mercado de Socabaya. Aracely preparándose para salir de su casa rumbo a la caminata, apuro a su hermano, quien llevaría en carro a sus amigos de ella.

El encuentro seria a las 9 de la mañana del domingo 3 de abril, en el punto de partida solo faltaba Aracely quien bajo del carro y acercándose con una sonrisa a su grupo, subieron y conversaron de las anécdotas de sus vacaciones. Acercándose al molino a las 11 del día comenzó la caminata, al inicio querían montar caballo, decidieron pensarlo mientras ellos caminaron por alrededores. Aracely en frente de la puerta de entrada, quería entrar al molino motivando a sus amigas para entrar; pero el precio era 10 soles por persona. En el grupo ninguno había entrado y por el asunto de no tener el dinero no sería obstáculo para la aventura del grupo que se vendría llegar. “El problema es la entrada que cuesta 10 soles, y no creo que ninguno haya venido preparado. Hay que entrar, ya que nadie ha conocido el Molino de Sabandia y en grupo. Sera una buena experiencia para no olvidar además sacaremos fotos”.

Aracely acercándose a la entrada del molino de sabandia, hablo con el vigilante proponiendo un precio económico para 4 personas universitarias que venían con objetivo de conocer la arquitectura turística. La confianza y el diálogo fueron las herramientas que utilizo para poder rebajar el precio de los 4 universitarios hablando con el vigilante con un aspecto sobrio y sereno, se sensibilizo su corazón aceptando la oferta de la universitaria. La sonrisa de Aracely se veía de oreja a oreja, mientras que los demás pensativos y ansiosos de la respuesta ella comunico la aceptación del vigilante, pero con la condición de recaudar 35 soles para entrar. “Chicos ya hable con el señor vigilante, y no ha dado una rebaja en las entradas, pero debemos juntar 35 soles. Para poder entrar chicos y sacar muchas fotos para el recuerdo” motivando Aracely al grupo”.

Realizando así una chanchita dieron a juntar 35 soles y lograron así su objetivo de entrar al molino de Sabandia dando el dinero al vigilante se pudo pasar la entrada. Se observó 6 chombas grandes donde antes se producía la chicha, Aracely con una mirada como ojos de dos luceros observaba las maravillas del molino escondía dentro con un ambiente natural y tranquilo. En la entrada sacaron fotos grupales y más fotos para el recuerdo avanzando el camino se observó gradas que dirigían al molino observando los objetos que se utilizaban en el pasado para moler trigo o cereales en esa época con círculos de piedra con lo que se molía.

Para Aracely lo que resalto más era el balcón de la casa del molino, con una vista panorámica de los alrededores y a lado la sequía con una grande caída de agua que parecía una catarata y con ambientes verdes en todo el panorama. Después se dirigieron a ver los animales observando a alpacas, llamas y chivos resaltando para Aracely al ver a Depredador Junior, un toro grande con cuernos y cuerpo corpulento. Ella acaricio al toro con una valla de dientes se sentía un poco asustada, era el momento de comer decidiendo hacer otra chancha para comprar una parrillada y disfrutarlo cerca de los cerros verdes y finalmente tomar el carro llegando a casa con cansancio.

“Un hermoso lugar con aire fresco de este paisaje, fuera de la ciudad daba tranquilidad, sin saber que aventuras tendrían mañana a inicio de labores”. Con una tranquila tarde llegaron a su casa, pero el cielo se veía nublado llegando a casa rápido para comer y tomar agua por la caminata del largo recorrido. En algunos momentos después de haber llegado a casa a las 17 horas comenzó a llover las nubes lloraron porque las vacaciones finalizaron. Por sorpresa ninguno había llevado sombrilla y de milagro todos estaban en techo, y más que ninguno del grupo creía que llegarían a entrar al molino de Sabandia, fue sorpresa que no llovió en ese momento sino todos mojados en el último día de vacaciones del 2016.